Vacunas

Generalidades

Las vacunas son medicamentos que se administran por la boca o por una inyección en los músculos o en la piel con el objetivo de estimular la producción de defensas (anticuerpos) que eviten padecer una enfermedad infecciosa. La protección que se consigue con las vacunas debe estar libre de efectos secundarios importantes y su efecto protector debe mantenerse durante amplios períodos de tiempo. Para conseguir que el organismo produzca una respuesta inmune protectora, la vacuna tiene que contener partes de los virus o bacterias de los que nos queremos proteger
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Vacunas obligatorias para todos,  incluidos los cardiópatas:
o    Antihepatitis B.
o    Anti difteria, tétano y tosferina.
o    Poliomelitis.
o    Vacuna conjunta contra el Haemophilus influenzae tipo b.
o    Anti sarampión, rubeola y parotiditis.

Vacunas recomendables en todos los niños, incluidos los cardiópatas:
o    Antirotavirus entre los 2 a 6 meses. El rotavirus es el principal responsable de gastroenteritis en la edad pediátrica. Este virus ocasiona malestar general con cansancio, vómitos y diarrea. Hay que tener especial precaución en los niños cardiópatas que toman diuréticos, dado que tienen mayor riesgo de deshidratación.
o    Antivaricela. La infección por varicela puede ser grave en niños con enfermedades cardíacas, por lo que se recomienda su vacunación.

Vacunas recomendables en niños con cardiópatìas:
 o    Antigripal (Influenza). La vacunación frente al virus de la gripe estacional común está indicada anualmente en los niños cardiópatas mayores de 6 meses de vida y también en los hermanos sanos mayores de 6 meses y adultos (padres, familiares, cuidadores) que conviven con los cardiópatas, dado el riesgo que constituyen para ellos si contraen la infección gripal.

o    Antivirus sincitial (VRS) administrando palivizumab (anticuerpos protectores) en menores de 24 meses (2 años) los meses de octubre a marzo (invierno) en cardiopatías complejas no corregidas y/o disfunción hemodinámica significativa y/o factores de riesgo asociados (ver más abajo). Es económicamente muy costoso y se administra en hospitales públicos. El virus respiratorio sincitial (VRS) es uno de los principales responsables de infección de las vías respiratorias (bronquiolitis), muy frecuente en los niños menores de 2 años de vida y que en los niños con cardiopatías congénitas puede desencadenar un cuadro más grave de lo habitual, con necesidad de ingreso en el Hospital e incluso en Unidades de Cuidados Intensivos, debido a descompensación cardiológica.

Situaciones en las que está indicada la profilaxis del virus sincitial:
o  Cardiopatías congénitas, anatómica o hemodinámicamente significativas. Así las que cursan con insuficiencia cardiaca, bajo peso por insuficiencia cardiaca, cianosis significativa y/o necesidad de tratamiento cardiológico intenso.
o   Hipertensión pulmonar. Hipertensión pulmonar moderada o severa.
o   Miocardiopatías que requieren tratamiento médico
o  Arritmias. Niños con arritmias severas, recurrentes, que tienen o han tenido repercusión hemodinámica y que precisan medicación crónica
o   Transplante. Niños con transplante cardiaco o en lista del mismo.
o Con factores de riesgo. como Síndrome de Down, Deleción 22q11 o Inmunodeficiencia.

Consejos generales en la administración de vacunas:
o  No deben administrarse vacunas unos 20-30 días antes y después de las operaciones ya que si provocan una reacción febril pueden ocasionar confusión diagnóstica y terapéutica.
o  Su administración debe también retrasarse si el niño tiene una enfermedad febril aguda, especialmente si es una infección respiratoria, hasta que se encuentre libre de síntomas. Las infecciones menores sin fiebre no son motivo para retrasar las vacunaciones.
o No deben administrarse vacunas de virus vivos atenuados (sarampión/rubéola/parotiditis) durante tres meses como mínimo después de haber recibido transfusiones de sangre o hemoderivados (como ocurre habitualmente en el postoperatorio de las cirugías cardíacas). Es importante respetar este tiempo dado que la vacunación tras recibir transfusiones de sangre y hemoderivados (plaquetas, plasma) puede ir acompañada de una disminución en la producción de anticuerpos, con la consiguiente pérdida de eficacia vacunal.
o  Si se atrasa la administración de vacunas, o ante tiempos de hospitalización prolongados, como puede ocurrir en los niños con cardiopatías congénitas, en los que no se administran las vacunas durante largos periodos de tiempo, el pediatra dispone de un Calendario Vacunal Acelerado para que el niño reciba progresivamente las vacunas que le faltan.
o   En casos especiales y siempre que así lo estime el cardiólogo o pediatra del niño puede ser aconsejable para prevenir la infección por virus sincitial, no llevar a los niños a las guarderías, evitar aglomeraciones (centros comerciales concurridos y espacios cerrados) y extremar medidas de higiene, principalmente el lavado frecuente de manos y limpieza cuidadosa de juguetes, chupetes y biberones, donde puede permanecer el virus. Sin embargo esta medida debe ser aconsejada con prudencia ya que altera importantemente la organización familiar.

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